El oxígeno es uno de los gases disueltos que se encuentran en el vino. Por lo tanto, su solubilidad aumenta al bajar la temperatura. Procesos como la estabilización tartárica por frío, conllevan acumulaciones de oxígeno por encima de 2 ppm. Una vez el vino recupera temperatura ambiente, este oxígeno es consumido por el propio vino. Como resultado, se producen los siguientes efectos:
- Evolución del color.
- Pérdida aromática.
- Pérdida de frescor.
- Necesidad de mayores correcciones de dióxido de azufre.
Teniendo en cuenta este escenario, en este post se presenta Wineturbolence como una solución para la eliminación del oxígeno disuelto en bodega y trabajo con menor dosis de sulfuroso.
Auditoría de oxígeno disuelto
Antes de eliminar el oxígeno disuelto, debemos detectar aquellos puntos del proceso donde se acumula. Para ello, es necesario realizar una auditoría de oxígeno disuelto de nuestra bodega.
A partir de aquí, se hallarán las etapas y/o procesos de mayor acumulación de oxígeno, entre las cuales, destacan:
- Descarga cubas vino
- Estabilización tartárica por frío
- Filtración
- Después de trasiegos de vino a bajas temperaturas
- Antes del embotellado del vino
A continuación, se presenta la solución Wineturbolence para la eliminación del oxígeno disuelto en bodega en los puntos de mayor acumulación. Esto permitirá trabajar con menor contenido de sulfuroso.
La solución Wineturbolence para la gestión del oxígeno en bodega
Wineturbolence es una unidad de gestión de gases para la bodega, la cual, mediante la inyección de un gas complementario (N2 o CO2), a través de stripping, permite eliminar el oxígeno disuelto acumulado en el vino.
Consulta la página de este equipo para encontrar más información: solución para la gestión del oxígeno en bodega