La industria del vino es un negocio mundial que mueve más de 200.000 millones de euros valor “retail”, siendo equivalente a todo el sector de la perfumería y la cosmética. En este sentido, el consumo mundial de vino tranquilo se encuentra en crecimiento, en torno a un 1% anual.
Se espera que continúe esta tendencia para los próximos 5 años (Ybargüengoitia, 2019). En el caso de España, el sector del vino es de gran importancia, tanto por su valor económico, como por la población que ocupa. En el año 2016, representó el 1% del PIB español (García, 2017).
Las tres principales características de este sector global son la fragmentación, la diversidad y la complejidad. Por lo tanto, se trata de un mercado altamente competitivo dónde la diferenciación representa un elemento de sostenibilidad para el desarrollo de negocio de las bodegas. Esta diferenciación va más allá de lo comercial, ya que el gran activo de este sector radica en el valor del paisaje, la cultura y la tradición. Manteniendo y transformando el sector agrario en una senda de regeneración del suelo, sostenibilidad y recuperación de un medio ambiente que otros sectores que son competencia del vino no pueden transmitir por su falta de arraigo con la materia prima y su entorno. Lo que refuerza la importancia de la diferenciación y el compromiso con la sostenibilidad para el futuro del sector vitivinícola.
Próximos Desafíos del Sector: Conectando con las Generaciones Actuales
En la próxima década, el segmento de consumidores menores de 40 años (millennials) experimentará el mayor crecimiento. El desafío radica en atraer a estos consumidores.
Para ello, es crucial comprender sus hábitos de consumo y los de otras generaciones para adaptar las estrategias comerciales que más se adapten a sus demandas:
Generación X:
- Preferencias: Marcas tradicionales y reconocidas.
- Ocasiones de Consumo: Eventos sociales y familiares.
- Canal de Compra: Tiendas físicas especializadas.
Millennials:
- Preferencias: Diversidad y exploración.
- Influencia: Redes sociales y recomendaciones online.
- Criterios de Compra: Sostenibilidad y ética.
Generación Z:
- Enfoque: Consumo consciente y responsable.
- Plataformas: Compra online y experiencias interactivas.
- Atracción: Innovación y adaptación a tendencias emergentes.
Adaptar estrategias según estas pautas clave optimizará la conexión con cada generación en el sector del vino.
¿Cuáles son las tendencias del mercado?
Como resultado, las últimas tendencias en el mercado del vino son las siguientes:
Auge del vermut
El consumo de vermut ha aumentado en los últimos años tras la pandemia. Esta bebida en base a vino ha surgido como resultado del desarrollo de una nueva ocasión de consumo (el aperitivo). Son muchas las bodegas que han desarrollado su propio vermut ante esta nueva necesidad.
Espumosos y nuevos formatos
Se observa un claro incremento en el consumo de vinos espumosos. Además, nuevas bebidas gasificadas en base a vino con nuevos formatos y/o packagings fáciles de transportar pueden expandirse en los próximos años.
Canal on-line y e-commerce
El canal on-line es una vía que permite la comunicación tanto con clientes finales, como con otros agentes de la cadena de comercialización como distribuidores, prescriptores, sommeliers y/o restauración. Permite tanto una venta directa, a través del e-commerce, como una captación de datos para enfocar futuras ventas.
Preocupación por la salud, vinos ecológicos, naturales y veganos
Los consumidores buscan un estilo de vida más saludable. Es por ello que vinos con menos cantidad de sulfitos, naturales y bajo contenido alcohólico están ganando popularidad.
Sostenibilidad y origen
El cambio climático afecta tanto la viticultura como la industria del vino. El consumidor valora aquellos proyectos que buscan reducir el impacto medioambiental, como: variedades autóctonas, viticultura regenerativa, optimizar el uso de recursos naturales, proyectos de descarbonización, optimización de packaging, entre otros.
