En la búsqueda de prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, los microorganismos de campo emergen como protagonistas fundamentales.
Estos microorganismos son esenciales para el ciclo de los nutrientes y la estructura del suelo en los viñedos. Éstos descomponen la materia orgánica, liberando nutrientes esenciales que las plantas necesitan para crecer. Además, contribuyen a la estructura del suelo, mejorando su porosidad y capacidad de retención de agua, lo que es vital para el desarrollo saludable de las raíces.
En este post, se explora la importancia de estos microorganismos y cómo su gestión puede contribuir a una viticultura más sostenible.
¿Qué son los Microorganismos de Campo?
Los microorganismos de campo en viticultura son una parte fundamental del ecosistema del viñedo, contribuyendo de manera significativa a la salud del suelo y, por ende, a la calidad y características únicas del vino. Estos microorganismos incluyen una variedad de bacterias, hongos, levaduras y otros organismos microscópicos que residen en el suelo, en las plantas y en el ambiente del viñedo.
¿Qué papel juegan en la viticultura?
Promotores de la Biodiversidad
Fomentar la biodiversidad microbiana en los viñedos no sólo mejora la salud del suelo sino que también puede aumentar la resistencia de las vides a enfermedades y/o plagas. Un suelo rico en microorganismos diversos actúa como un sistema inmunológico para las plantas, ofreciendo una protección natural contra los patógenos. Esta reducción en la susceptibilidad a enfermedades disminuye la necesidad de intervenciones químicas, alineándose con los principios de la viticultura sostenible.
Influencia en la Calidad del Vino
Los microorganismos no solo son esenciales para el crecimiento de las plantas y la salud del suelo, sino que también juegan un papel significativo en las características sensoriales del vino. La composición microbiana de un viñedo puede influir en el perfil aromático y de sabor del vino, contribuyendo a la expresión del terroir. La gestión cuidadosa de estos microorganismos, mediante prácticas que promuevan su diversidad y equilibrio, puede ayudar a producir vinos de alta calidad con características únicas.
Estrategias para la Gestión de Microorganismos
Para promover la salud de los microorganismos de campo y, por ende, la sostenibilidad en la viticultura, se pueden adoptar varias estrategias:
- Incorporación de materia orgánica: Añadir compost o residuos de cosecha al suelo aumenta la materia orgánica disponible para los microorganismos, estimulando su actividad y diversidad.
- Cubiertas vegetales: El uso de plantas de cobertura entre las filas de vides puede mejorar la estructura del suelo, aumentar la biodiversidad microbiana y reducir la erosión; siempre que se gestione de forma correcta y se limite la competencia de la cubierta con las cepas por los nutrientes y el agua disponible.
- Reducción de químicos: Limitar el uso de pesticidas y fertilizantes químicos favorece el desarrollo de una comunidad microbiana saludable y resiliente.
- Prácticas de labranza mínima: Evitar o minimizar la labranza preserva la estructura del suelo y protege los hábitats de los microorganismos.
Aplicaciones en viticultura
Los principales microorganismos presentes en la naturaleza y sus aplicaciones en viticultura son las siguientes:
- Metilobacterium: es un fijador del nitrógeno atmosférico, su aplicación en la hoja permite aumentar tanto el vigor como el rendimiento del viñedo. Como resultado, aumenta el NFA de los mostos mejorando su calidad.
- Bacillus subtillis: la incorporación en el suelo de este microorganismo se utiliza como herramienta para evitar el estrés hídrico.
- Pseudomonas: son las grandes movilizadoras de potasio y fósforo para la vid.
- Thricoderma: actúa como antifúngico contra enfermedades de la madera (yesca, eutipa) y como generador de compost y materia orgánica.
- Micorrizas: favorecen la retención de agua. Ideal para emplear en nuevas plantaciones de vid.
Todos estos microorganimos se pueden encontrar en el mercado, y evidentemente también en la naturaleza.
Soluciones
Los microorganismos de campo son aliados indispensables en la viticultura sostenible, contribuyendo significativamente a la salud del suelo, la resistencia de las plantas y la calidad del vino.
Para ello, los biorreactores de LEV2050 representan una solución para la gestión de estos microorganismos en el viñedo.
La multiplicación controlada de los microorganismos a través de los biorreactores de LEV2050 permite, por un lado, reducir el coste de los tratamientos en más de un 70%, y, por otro lado, obtener grandes cantidades de microorganismos en las mejores condiciones de viabilidad potenciando sus propiedades.
Esta estrategia subraya el compromiso con prácticas vitivinícolas que respetan y promueven la salud del ecosistema.